El Comité Asesor de Medicamentos Antivirales de la FDA recomienda la aprobación de los dos primeros inhibidores de la proteasa del virus de la hepatitis C
Juanse Hernández - 02/05/2011
La semana pasada, el Comité Asesor de Medicamentos Antivirales de la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (ADAC y FDA, en sus siglas en inglés, respectivamente) ha decidido por unanimidad recomendar la aprobación de boceprevir (Victrelis™) y telaprevir para el tratamiento de personas monoinfectadas por el virus de la hepatitis C (VHC), de genotipo 1 [el más difícil de tratar], en combinación con la terapia estándar (interferón pegilado y ribavirina).
La investigación y el desarrollo (I+D) de nuevos medicamentos contra el VHC se encuentra en plena efervescencia. El nuevo arsenal terapéutico que está en camino supondrá, con toda probabilidad, un cambio de rumbo de la epidemia de hepatitis C, incrementando las posibilidades de curación para una enfermedad que afecta, a escala mundial, a 170 millones de personas. Muchos de los novedosos medicamentos orales de acción directa contra el VHC (llamados así porque inhiben la replicación del virus actuando de forma directa contra dianas virales específicas) deberán emplearse, al menos en los próximos años, en combinación con la terapia actual: interferón pegilado y ribavirina, lo que permitirá aumentar la tasa de curación y reducir, en muchos casos, la duración del tratamiento. Asimismo, también se están investigando combinaciones de fármacos orales experimentales que prescinden del empleo del tratamiento estándar actual.
El miércoles 27 de abril, el Comité Asesor de Medicamentos Antivirales de la FDA revisó los datos procedentes de los ensayos clínicos de fase III de boceprevir que incluyeron a 1.500 personas con genotipo 1 del VHC, con y sin experiencia previa en el uso de tratamientos contra la hepatitis (ensayos RESPOND-2 y SPRINT-2, de manera respectiva). Los hallazgos muestran que añadir boceprevir a la terapia estándar logró curar a más pacientes, y en menos tiempo, que el tratamiento con interferón pegilado y ribavirina. La mejora en las tasas de respuesta es especialmente remarcable en pacientes naive y en aquellas personas que no habían respondido o habían recaído con un tratamiento previo basado en la terapia estándar.
Las tasas de respuesta virológica sostenida (RVS) en pacientes no respondedores a un tratamiento previo con interferón pegilado y ribavirina fueron de cerca del 60% con boceprevir más la terapia estándar frente a un aproximadamente 20% en el grupo al que sólo se administró interferón pegilado y ribavirina.
En aquellos pacientes que recibían por primera vez tratamiento contra el VHC, la tasa de RVS se aproximó al 70% en el grupo que tomó el régimen de tres fármacos y al 40% en el grupo al que se administró la terapia estándar.
Por lo que respecta a la seguridad, pese a que boceprevir fue en general bien tolerado, el fármaco aumentó el riesgo de desarrollar anemia (un efecto que, además, se asocia al uso de ribavirina). Si bien los estudios también han mostrado un aumento de los informes acerca de ideas suicidas u homicidas, el comité señaló que es difícil extraer conclusiones clínicas significativas sobre la base de estos resultados.
Aunque los 18 miembros del comité votaron de forma unánime a favor de la aprobación de boceprevir, el panel de expertos ha recomendado más estudios que evalúen cómo mejorar la tasa de respuesta en grupos de pacientes difíciles de tratar, como por ejemplo, personas de etnia negra y pacientes cirróticos. Otros aspectos que requerirán una evaluación posterior más en profundidad serán cómo mejorar la tasa de respuesta en los respondedores nulos a un tratamiento anterior, y cuál sería la mejor manera de utilizar la estrategia de terapia guiada por la respuesta.
Un día después, el jueves 28 de abril, tuvo lugar la audiencia sobre telaprevir, en la cual el comité revisó los datos de tres grandes ensayos clínicos de fase III, que incluyeron un total de 2.297 personas con genotipo 1 del VHC, de las cuales 1.635 no tenían experiencia previa en el uso de tratamientos contra la hepatitis (estudios ADVANCE e ILLUMINATE), y 662 que habían recibido sin éxito un tratamiento estándar en el pasado (estudio REALICE, con 354 recidivantes, 124 respondedores parciales y 184 respondedores nulos).
En dichos estudios, telaprevir se administró durante 12 semanas en combinación con interferón pegilado y ribavirina y, a continuación, la terapia estándar sola durante un periodo de 24 o 48 semanas. Los datos de los ensayos que ha sido revisados por el comité revelan que las personas que reciben el régimen combinado con telaprevir alcanzan de forma significativa tasas más elevadas de RVS que los pacientes a los cuales se administra un tratamiento sólo con interferón pegilado y ribavirina durante 48 semanas, con independencia de si se trata de pacientes naive o pretratados.
Por ejemplo, entre las personas sin experiencia previa en el empleo de tratamiento contra el VHC, un 79% logró una RVS con la terapia combinada basada en telaprevir en comparación con un 46% de las personas que recibieron únicamente el régimen estándar. Casi dos terceras partes de los pacientes naive incluidos en los estudios ADVANCE e ILLUMINATE fueron candidatos a completar el tratamiento en un periodo de seis meses, lo que supone la mitad de tiempo necesario respecto a los tratamientos anti-VHC disponibles en la actualidad.
Los efectos secundarios observados con la terapia de combinación basada en telaprevir fueron coherentes en los tres estudios. Las reacciones adversas más comunes, independientemente del grupo de tratamiento asignado, fueron fatiga, prurito (picor), náuseas, cefalea, exantema, anemia, y síntomas similares a los de la gripe, el insomnio y la diarrea, en la mayoría de casos de intensidad leve-moderada.
El exantema y la anemia se produjeron con más frecuencia entre los pacientes tratados con telaprevir y terapia estándar que en aquellos que recibieron sólo interferón pegilado y ribavirina. En los estudios de fase III, entre las personas que tomaron la triple terapia (telaprevir, interferón pegilado y ribavirina), alrededor de un 1% tuvo que interrumpir la toma de todos los fármacos como consecuencia del exantema, y un 1%, debido a la anemia.
El exantema se manifestó en forma de eczema, se pudo manejar y remitió tras la interrupción de telaprevir. Más de un 90% de los casos de exantema fueron de intensidad leve-moderada y fue tratada con corticoides de uso tópico y/o antihistamínicos. La anemia se trató reduciendo la dosis de ribavirina.
Se espera que la aprobación definitiva de boceprevir y telaprevir por la FDA se produzca a finales de mayo, lo que significa que ambos fármacos podrían estar disponibles en EE UU a finales del verano.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés), a la que MSD y Janssen, laboratorios farmacéuticos propietarios de boceprevir y telaprevir (respectivamente), también han solicitado la aprobación de ambos fármacos, todavía no se ha pronunciado al respecto, aunque se espera que el anuncio se haga público en algún momento de 2011.
Las dos agencias reguladoras han concedido a boceprevir y telaprevir la revisión acelerada de los datos clínicos disponibles para facilitar su aprobación por la vía rápida. Se trata de un procedimiento utilizado ante medicamentos que ofrecen grandes ventajas en el tratamiento de una enfermedad, que suponen una alternativa terapéutica en afecciones para las que no existe una terapia adecuada o que representan una mejora significativa en el tratamiento de enfermedades de gran interés para la salud pública, como es el caso del VHC.
Fuente: Elaboración propia / NATAP / Hivandhepatitis.com.
Referencias: Merck. Victrelis (boceprevir) Unanimously Recommended for Approval by FDA Advisory Committee for Treatment of Chronic HCV Genotype 1 Infection. Press release. April 27, 2011.
Vertex. FDA Advisory Committee Unanimously Recommends Approval of Telaprevir for People with Hepatitis C. Press release. April 28, 2011.
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