Los prejuicios en los contenidos de los medios masivos inciden en la discriminación de gays, bisexuales, transexuales e intersexuales
Cada 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia | AFP
"¡Ay mana, cuéntame el chisme!" es la típica frase que diría el peluquero gay de la novela de las 9:00 pm cuando llega una amiga al salón de belleza. Ese personaje, muy conocido por los televidentes, es uno de los estereotipos que se maneja en la pantalla chica y el cine sobre la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales. Prejuicios que, más allá de clasificarlos, contribuyen a la discriminación y al rechazo en los sectores de la sociedad venezolana.
La creación de un estereotipo es la evidencia de desinformación con respecto a una persona o tema. Gilberto Aldana, presidente de la Sociedad Venezolana de Psicología de la Salud, explica que cuando se desconoce algo, las personas toman tres detalles a simple vista y crean conceptos erróneos hacia ese grupo que comparte características distintas. "El problema es que todos los estereotipos se basan en aspectos negativos. Eso hay que cambiarlo con más información".
En los años setenta, los manuales psiquiátricos consideraban la homosexualidad como una condición que ameritaba tratamiento y terapias para su curación. No fue hasta el 17 de mayo de 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud retiró este término de la lista de enfermedades mentales. Desde entonces, la fecha se conoce como el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia.
"Hay que educar a las personas para cambiar esas actitudes negativas basadas en estos estereotipos", agrega Aldana.
Un estudio realizado por Luisa Torrealba y Morella Alvarado, representantes del Ininco (Instituto de Investigación de la Comunicación Social de la UCV), denominado Bienvenida Safo: homosexualidad femenina y ficción televisiva en Latinoamérica, revela que existen diversos estereotipos en las producciones venezolanas.
Para los hombres homosexuales, uno de los estereotipos más comunes es el de un personaje pintoresco, extrovertido, con rasgos feminizados que suele desempeñar un oficio relacionado con la belleza femenina. En las lesbianas también hay ciertas construcciones que se repiten como la marimacha, indica Torrealba.
Personajes de burla
"En la televisión, la homosexualidad masculina tiene un poco más de apertura. Con esta tipología que se ha creado en la que el hombre se maquilla, se pone senos, pero conserva sus rasgos masculinos y actitudes delicadas se presenta visualmente una gran contradicción a lo tradicional y esta puede ser la razón por la que resulte gracioso o llama la atención", dice Luisa Torrealba.
Elio Palencia, guionista de la película Cheila una casa pa' Maíta, coincide con Torrealba en el tono burlesco que se le ha dado a la representación de personajes de la comunidad gay y afirma que aunque son pocas las producciones nacionales que tratan el tema, en los años cincuenta Hollywood apeló a "la pluma ¬en el caso de homosexuales¬ como gancho para la risa y el escarnio, del lado de los villanos y afianzando la idea anacrónica de perversión o patología social".
Estrella Cerezo es transexual y asegura que se siente ofendida por la representación de personajes homosexuales en la televisión venezolana porque arraigan la discriminación que vive a diario. "Lo más difícil es enfrentar a esta sociedad tan machista. El hecho de que no te permitan trabajar, no puedas escalar como ser humano, es detestable. No todas quieren estar paradas en una avenida como trabajadores sexuales, no todas quieren ser estilistas. Queremos tener una profesión y éxito. Los medios contribuyen a esto, a los homosexuales los representan como peluqueras y esto se ve en la calle. Yo, a pesar de tener estudios de enfermería, tuve que convertirme en estilista para no morirme de hambre".
Soluciones lejanas
En el país se han realizado menos de 20 producciones con temáticas sobre comunidad conocida como Lgbti que, en su mayoría, han sido personajes secundarios y con abordajes tímidos.
"Aunque la función de las telenovelas no es educar, crean modelos porque son un reflejo simbólico de la sociedad y representan un patrón que mucha gente sigue. La idea no es emitir mensaje explícitos sino mostrar situaciones que infundan respeto y tolerancia hacia este colectivo", reitera Torrealba.
Sin embargo, el psicólogo Gilberto Aldana admite que la solución es tomar el ejemplo de algunas producciones estadounidenses que solicitan el trabajo de un psicólogo social para que asesore en el manejo de los estereotipos.
La abogada, profesora universitaria y activista transexual Tamara Adrián indica que la lucha es simple: iguales derechos e iguales deberes. "Las personas Lgbti tienen deberes pero no derechos. Por prejuicios se les niega el derecho igual y sin discriminación a la educación, a la salud, a la vivienda, al consumo, a la libre circulación, a la seguridad social, entre otros", dice.
Lo que más le preocupa es la ausencia de políticas públicas, leyes y discusiones "serias" sobre el tema
La creación de un estereotipo es la evidencia de desinformación con respecto a una persona o tema. Gilberto Aldana, presidente de la Sociedad Venezolana de Psicología de la Salud, explica que cuando se desconoce algo, las personas toman tres detalles a simple vista y crean conceptos erróneos hacia ese grupo que comparte características distintas. "El problema es que todos los estereotipos se basan en aspectos negativos. Eso hay que cambiarlo con más información".
En los años setenta, los manuales psiquiátricos consideraban la homosexualidad como una condición que ameritaba tratamiento y terapias para su curación. No fue hasta el 17 de mayo de 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud retiró este término de la lista de enfermedades mentales. Desde entonces, la fecha se conoce como el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia.
"Hay que educar a las personas para cambiar esas actitudes negativas basadas en estos estereotipos", agrega Aldana.
Un estudio realizado por Luisa Torrealba y Morella Alvarado, representantes del Ininco (Instituto de Investigación de la Comunicación Social de la UCV), denominado Bienvenida Safo: homosexualidad femenina y ficción televisiva en Latinoamérica, revela que existen diversos estereotipos en las producciones venezolanas.
Para los hombres homosexuales, uno de los estereotipos más comunes es el de un personaje pintoresco, extrovertido, con rasgos feminizados que suele desempeñar un oficio relacionado con la belleza femenina. En las lesbianas también hay ciertas construcciones que se repiten como la marimacha, indica Torrealba.
Personajes de burla
"En la televisión, la homosexualidad masculina tiene un poco más de apertura. Con esta tipología que se ha creado en la que el hombre se maquilla, se pone senos, pero conserva sus rasgos masculinos y actitudes delicadas se presenta visualmente una gran contradicción a lo tradicional y esta puede ser la razón por la que resulte gracioso o llama la atención", dice Luisa Torrealba.
Elio Palencia, guionista de la película Cheila una casa pa' Maíta, coincide con Torrealba en el tono burlesco que se le ha dado a la representación de personajes de la comunidad gay y afirma que aunque son pocas las producciones nacionales que tratan el tema, en los años cincuenta Hollywood apeló a "la pluma ¬en el caso de homosexuales¬ como gancho para la risa y el escarnio, del lado de los villanos y afianzando la idea anacrónica de perversión o patología social".
Estrella Cerezo es transexual y asegura que se siente ofendida por la representación de personajes homosexuales en la televisión venezolana porque arraigan la discriminación que vive a diario. "Lo más difícil es enfrentar a esta sociedad tan machista. El hecho de que no te permitan trabajar, no puedas escalar como ser humano, es detestable. No todas quieren estar paradas en una avenida como trabajadores sexuales, no todas quieren ser estilistas. Queremos tener una profesión y éxito. Los medios contribuyen a esto, a los homosexuales los representan como peluqueras y esto se ve en la calle. Yo, a pesar de tener estudios de enfermería, tuve que convertirme en estilista para no morirme de hambre".
Soluciones lejanas
En el país se han realizado menos de 20 producciones con temáticas sobre comunidad conocida como Lgbti que, en su mayoría, han sido personajes secundarios y con abordajes tímidos.
"Aunque la función de las telenovelas no es educar, crean modelos porque son un reflejo simbólico de la sociedad y representan un patrón que mucha gente sigue. La idea no es emitir mensaje explícitos sino mostrar situaciones que infundan respeto y tolerancia hacia este colectivo", reitera Torrealba.
Sin embargo, el psicólogo Gilberto Aldana admite que la solución es tomar el ejemplo de algunas producciones estadounidenses que solicitan el trabajo de un psicólogo social para que asesore en el manejo de los estereotipos.
La abogada, profesora universitaria y activista transexual Tamara Adrián indica que la lucha es simple: iguales derechos e iguales deberes. "Las personas Lgbti tienen deberes pero no derechos. Por prejuicios se les niega el derecho igual y sin discriminación a la educación, a la salud, a la vivienda, al consumo, a la libre circulación, a la seguridad social, entre otros", dice.
Lo que más le preocupa es la ausencia de políticas públicas, leyes y discusiones "serias" sobre el tema