La empresa que la desarrolla espera poder iniciar pronto los estudios en humanos
Miguel Vázquez - 05/08/2011
En el transcurso de la VI Conferencia Internacional sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH de la Sociedad Internacional del Sida (IAS, en sus siglas en inglés), celebrada recientemente en Roma, se presentaron los resultados de un estudio en el que se comprobó la eficacia de una vacuna (denominada VRX116) contra el virus de la inmunodeficiencia símica (VIS) en macacos.
En el ensayo participaron diez monos, cinco de los cuales recibieron la vacunación y los otros cinco un placebo, antes de ser expuestos al VIS por vía rectal. La vacuna no tuvo efecto protector, ya que todos los monos se infectaron por el virus, pero dos de los cinco macacos inmunizados no solo sobrevivieron sino que presentaron signos de lo que se denomina cura funcional. Recientemente, un estudio también en primates de una vacuna basada en un citomegalovirus mostró unos resultados similares, ya que aunque no consiguió prevenir la infección, ayudó a que algunos monos controlaran la infección (véase La Noticia del Día del 23/05/2011).
Aunque las vacunas preventivas se diseñan por lo general para evitar que se produzcan infecciones, también se puede utilizar para ayudar a que el sistema inmunitario controle un virus, aunque no consiga eliminarlo del cuerpo, lo que supone una cura funcional. Es una estrategia que también se está estudiando en personas ya infectadas por VIH.
La empresa VIRxSYS está trabajando con un tipo de virus denominados lentivirus (familia de la que el propio VIH forma parte) como vectores para transportar parte del material genético del VIH al organismo de modo que se pueda desencadenar una respuesta inmunitaria sin que exista riesgo de infección.
Cinco macacos recibieron la vacuna experimental (3 inyecciones a lo largo de 18 semanas) y otros cinco, un placebo. Se comprobó que la vacuna fue bien tolerada en todos los casos, sin que se detectaran signos de toxicidad. Además, generó una respuesta inmunitaria sólida contra los antígenos del VIS generados por la vacuna.
Tras las tres inoculaciones de la vacuna (o el placebo), los diez monos fueron expuestos por vía rectal al VIS y, posteriormente, recibieron seguimiento durante 18 meses.
Cuatro de los animales sin vacunar fallecieron entre las semanas 17 y 65 del periodo de seguimiento, tras haber sido expuestos al virus. Posteriormente se comprobó que el quinto mono incluido en el grupo de control tenía una configuración genética que lo convertía en lo que se denomina un controlador de élite del VIS (es decir, este animal era capaz de controlar la infección mucho mejor de lo habitual, con lo que el curso de la infección es más lento).
Por su parte, también se registró la muerte de tres de los animales vacunados, en este caso entre las semanas 65 y 77 tras la exposición.
Todos los animales presentaron un pico de viremia (un nivel elevado de carga viral), lo que revela que la vacuna no consiguió evitar la infección en ningún caso. Durante el “punto de equilibrio” cuando el nivel de carga viral disminuye y se mantiene estable tras el pico inicial, el VIS siguió siendo detectable en los cinco macacos sin vacunar y los tres monos vacunados que fallecieron.
Sin embargo, la carga viral de los dos macacos vacunados que sobrevivieron se volvió indetectable. Aunque los dos monos experimentaron repuntes temporales de la carga viral, al final de los 18 meses de seguimiento, presentaban un nivel indetectable del virus.
Los dos macacos que tenían cargas virales indetectables también presentaban unos niveles indetectables de ADN del VIS asociado a células (es decir, del material genético del virus dentro de las células de la sangre). Por el contrario, sí se detectó la presencia de ADN del virus en las células del macaco controlador de élite, al igual que en el resto de los monos que fallecieron en el estudio.
El equipo de investigadores también midió la carga viral de VIS en el intestino de los monos (que posee unos tejidos mucosales en los que abundan las células del sistema inmunitario, que pueden ser un blanco para el virus tanto en humanos como en primates). Uno de los dos macacos descritos presentaba un nivel indetectable de ADN del VIS en el tejido intestinal, mientras que el otro sí que presentaba ADN viral, aunque en pequeñas cantidades. También se comprobó que los niveles de ADN del VIS fueron significativamente mayores en el macaco controlador de élite y en el resto de los monos que fallecieron.
En cuanto a los niveles de virus en los nódulos linfáticos, se registraron niveles detectables de ADN del VIS en todos los animales, aunque los dos macacos con cargas virales indetectables presentaron unos niveles significativamente más bajos en comparación con los controladores de élite y los monos que no sobrevivieron a la infección.
El equipo de investigadores también evaluó la evolución del recuento de CD4 en los primates. En los cuatro monos fallecidos en el brazo de control (no vacunados), los niveles de CD4 permanecieron por debajo de los niveles previos a la infección durante gran parte del periodo de seguimiento. Incluso el macaco controlador de élite mostró una tendencia descendente en el recuento de CD4 con el tiempo, cayendo finalmente por debajo del nivel previo a la infección.
Por su parte, los monos vacunados que fallecieron mostraron unos niveles de CD4 más bajos que los iniciales. Uno de los dos supervivientes mantuvo unos recuentos por encima de los niveles anteriores a la infección, mientras que el segundo apenas sufrió variaciones en el nivel de CD4.
Los datos presentados por el grupo de investigadores no permiten explicar el motivo por el que tres de los macacos vacunados experimentaron una progresión de la infección ni tampoco determinar si existía alguna diferencia virológica o inmunológica clave respecto con los monos no vacunados.
Los autores del estudio afirman que sus hallazgos demostrarían que se alcanzó una cura funcional en un subconjunto de animales vacunados y justifican la realización de más estudios.
La compañía que desarrolló esta vacuna está estudiando otra versión contra el VIH en humanos, denominada VRX1273. Los responsables prevén que pronto se llevará a cabo un ensayo clínico de fase I para determinar la seguridad y la capacidad inmunogénica de la vacuna.
Fuente: Aidsmeds/Elaboración propia
Referencia: Lemiale F, Cristillo A, Shovlin L, Korokhov N, et al. An HIV-based lentiviral vector vaccine achieves functional cure post-challenges in a subset of vaccinated macaques. 6th IAS Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. July 17-20, 2011. Rome. Abstract MOLBPE042.
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