ANIA ELORZA - Vitoria - 07/10/2011
La futura ley vasca contra la violencia de género dará un paso más para recoger los malos tratos hacia las mujeres en su máxima extensión. Más allá de las maltratadas físicamente por su pareja o expareja, el colectivo más visible, la futura norma, denominada "de prevención de la violencia machista contra las mujeres y de atención y recuperación integral de sus víctimas" recoge bajo su influencia situaciones como las de maltrato psicológico, abusos sexuales, dominación económica, acoso laboral o escolar, matrimonios forzosos o mutilación de genitales. También avanza en el reconocimiento de los hijos de las maltratadas como una víctima más y hace alusión directa a chicas menores de edad que sufren esta violencia.
Todo ello para "garantizar la asistencia" a estos colectivos, según explica la responsable de la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, Mariola Serrano. Otro de los pilares es avanzar en la prevención de las situaciones límite, de detectar el maltrato en los primeros momentos. Para ello, la ley incide en formar a profesionales sanitarios, policiales y a profesores para detectar el problema antes de que sea tarde. Cuando lo fuera y las mujeres sean maltratadas o incluso pierdan la vida, la ley recoge que las administraciones públicas se pueden personar como acusación.
Es el principal avance de un documento de 51 páginas que además ordena las ayudas para mujeres en este amplio abanico de situaciones de violencia machista -ayudas económicas, de acceso a vivienda protegida o a la extensa red de centros de acogida, de apoyo psicológico y jurídico, los escoltas, o el servicio de inserción laboral, con subvenciones a empresas que contraten a maltratadas- que abarcarán a partir de ahora a más supuestos.
La ley reconoce la protección policial las 24 horas del día, aunque insiste en que hay que "priorizar el control del agresor" siempre que la seguridad de la mujer lo aconseje. En el caso de los menores pasarán a ser víctimas directas por ley y, por tanto, tendrán una mayor protección normativa.
Todo ello se asentará sobre la red de atención y recuperación integral de mujeres maltratadas, que tendrá a la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género como organismo coordinador ensalzando el valor de la ventanilla única. Sin embargo, se mantiene el sistema descentralizado en el que participan los tres niveles institucionales. "No hay duplicidades", se apresura a aclarar rápidamente Serrano.
La ley ha iniciado ya su fase de consulta pública y, tras las modificaciones pertinentes, deberá ser aprobada por el Consejo de Gobierno durante el primer trimestre de 2012. A partir de entonces se debatirá en el Parlamento.
El Gobierno vasco se podrá personar como acusación contra el agresor
Es el principal avance de un documento de 51 páginas que además ordena las ayudas para mujeres en este amplio abanico de situaciones de violencia machista -ayudas económicas, de acceso a vivienda protegida o a la extensa red de centros de acogida, de apoyo psicológico y jurídico, los escoltas, o el servicio de inserción laboral, con subvenciones a empresas que contraten a maltratadas- que abarcarán a partir de ahora a más supuestos.
La ley reconoce la protección policial las 24 horas del día, aunque insiste en que hay que "priorizar el control del agresor" siempre que la seguridad de la mujer lo aconseje. En el caso de los menores pasarán a ser víctimas directas por ley y, por tanto, tendrán una mayor protección normativa.
Todo ello se asentará sobre la red de atención y recuperación integral de mujeres maltratadas, que tendrá a la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género como organismo coordinador ensalzando el valor de la ventanilla única. Sin embargo, se mantiene el sistema descentralizado en el que participan los tres niveles institucionales. "No hay duplicidades", se apresura a aclarar rápidamente Serrano.
La ley ha iniciado ya su fase de consulta pública y, tras las modificaciones pertinentes, deberá ser aprobada por el Consejo de Gobierno durante el primer trimestre de 2012. A partir de entonces se debatirá en el Parlamento.