Martes, 19 de abril de 2011
Un camino a seguir:
El Domingo de Ramos, en el que los católicos celebramos la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, junto antes de ser ajusticiado y asesinado, Bogotá se convirtió en un campo de batalla entre la cúpula de la Iglesia y las asociaciones gays. En el país empieza a debatirse sobre el matrimonio homosexual y, con ello, la adopción por parte de parejas LGBT, lo que ha puesto en pie de guerra a los obispos que protestan y amenazan con desvirtuar el sentido de la Semana Santa con su rechazo a la adopción homosexual.
Los sermones de la Iglesia católica colombiana durante esta Semana Santa irán dirigidos a insistir en el rechazo a que las parejas homosexuales puedan adoptar niños, según un mensaje de la Conferencia Episcopal conocido hoy.
“Los católicos nos oponemos a que los menores de edad puedan ser confiados en adopción a parejas conformadas por personas del mismo sexo y rechazamos una eventual decisión de la Corte Constitucional en este sentido”, dice el mensaje, firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) y arzobispo de Bogotá, monseñor Rubén Salazar.
El texto está dirigido “a los fieles católicos y ciudadanos de buena voluntad”, y reitera la posición tradicional de la Iglesia, solo dos días después de que la Corte Constitucional colombiana reconociera en sala plena el derecho de los homosexuales a heredar el patrimonio de su pareja, tras estudiar una demanda sobre el tema.
Como recuerda monseñor Salazar en su mensaje, ese alto tribunal tiene pendiente “para las próximas semanas” el estudio de otras demandas favorables al matrimonio homosexual y al derecho de las parejas del mismo sexo a adoptar niños. “No hay lugar a equívocos: nuestros menores tienen derecho a nacer, educarse y crecer en el seno de una familia conformada por un padre y una madre, de sexos biológicamente diferentes y complementarios”, argumenta Salazar en el mensaje de rechazo a la adopción por homosexuales.
Luego añade que “la adopción no es un ‘derecho’ de los adoptantes, sean estos homosexuales o no, sino una medida en beneficio del menor”. Además, según el arzobispo de Bogotá, “la inmensa mayoría de los colombianos se han manifestado contrarios a la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo”. Y (añade contra la evidencia disponible y sin citar cuáles, como hacen los ultrahomófobos, siempre) “existen serios estudios avalados por la comunidad científica que ponen en evidencia dudas y reservas sobre la idoneidad de las parejas homosexuales para brindar a los menores de edad un óptimo espacio de desarrollo psicoafectivo y de integración social”, apunta.
Por último, monseñor Salazar invita a la Corte Constitucional a tener en cuenta “estos argumentos” a la hora de analizar las demandas a favor del matrimonio y la adopción por homosexuales, para tomar una decisión “plenamente conforme a los valores ciudadanos y constitucionales”.
Protesta pacífica de gays y lesbianas en la Catedral:
Con camisetas blancas con la leyenda “soy homosexual, tengo hijos, soy católico”, recibieron la comunión del mismo monseñor Salazar, en lo que constituyó una manera pacífica de rechazar la posición del prelado.
La ofensiva de la jerarquía católica contra la adopción homoparental ha encontrado respuesta por parte de activistas gays y lesbianas que se reclaman tan católicos como el arzobispo Salazar, y que se personaron este Domingo de Ramos en la catedral primada de Bogotá con camisetas que decían “Soy homosexual, tengo hijos, soy católico” (ver vídeo).
Un grupo de ellos, entre los cuales se encontraban varias madres lesbianas, se acercaron a comulgar.“Nosotros, los homosexuales, también somos fieles católicos y ciudadanos de buena voluntad. Tenemos hijos y los hemos criado rodeados de amor y respeto, nos resulta indignante que se ponga en duda nuestra idoneidad”, manifestó en un comunicado la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).
“Obviamente nos sentimos dolidos como católicos de encontrar desde la iglesia un discurso de esos que dice que no somos capaces ni aptos para tener hijos, ni criarlos con amor. Por eso estamos aquí, nos pareció importante dejar sentada nuestra voz de protesta, nosotros merecemos respeto. Se supone que esta iglesia está fundada en un mensaje claro de amor y no se entiende en razón a qué, se envía un comunicado a todo el país pidiendo que se manifiesten en contra de la adopción por parte de homosexuales”, ha manifestado Elizabeth Castillo, portavoz del grupo de mamás lesbianas. “Es importante también que la iglesia católica entienda que muchos homosexuales somos católicos y que esos lenguajes y mensajes que envían nos afectan como miembros de esta iglesia”, añadió Castillo, que recibió la eucaristía de manos del propio Rubén Salazar.
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