La mejora de la supervivencia de los pacientes con tumores asociados o no a sida podría estar relacionada con la recuperación inmunitaria
Juanse Hernández - 15/03/2011
Según los resultados de dos estudios presentados hace dos semanas en Boston (EE UU) durante la XVIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), las personas con VIH que inician el tratamiento antirretroviral con recuentos elevados de células CD4 tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer no asociado a sida. Además, los regímenes antirretrovirales que incluyen inhibidores de la proteasa (IP) podrían tener un efecto protector frente al cáncer de próstata.
En la década pasada, si bien un número importante de estudios han mostrado cómo han disminuido los cánceres asociados a sida por el efecto de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) y, al mismo tiempo, cómo han aumentado los tumores no relacionados con dicho síndrome en personas con VIH, muy pocas investigaciones han evaluado la supervivencia de los pacientes afectados por cáncer no vinculado a sida y el efecto individual de las familias de fármacos antirretrovirales en su desarrollo.
Con el fin de arrojar algo más de luz sobre esta cuestión, un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago (EE UU) examinó una cohorte de 7.974 personas con VIH inscritas en el Estudio de Pacientes Ambulatorios del VIH (HOPS, en sus siglas en inglés) entre 1996 y 2009. En general, la mayoría de los participantes eran menores de 40 años, y aproximadamente un 80% eran varones. Por lo que respecta al origen étnico, la cohorte fue variada en su composición: cerca de la mitad eran blancos, un 30%, negros y un 11%, latinos. El recuento medio nadir (el más bajo alcanzado) de CD4 fue de 197 células/mm3. Un 54% eran fumadores activos o habían fumado en el pasado.
En el transcurso del estudio, 241 personas desarrollaron cánceres definidores de sida; 180 participantes tuvieron cánceres no definidores de sida asociados a otros organismos infecciosos (como por ejemplo, cáncer hepático causado por el virus de la hepatitis B [VHB] o hepatitis C [VHC], o cáncer anal provocado por el virus del papiloma humano [VPH]); y en 220 pacientes se produjeron cánceres no definidores de sida no relacionados con organismos infecciosos (como por ejemplo, cáncer de pulmón, de huesos, de páncreas, etc.). (......)
(.....)En general, el equipo de investigadores no halló una diferencia estadísticamente significativa entre las dos clases de fármacos antirretrovirales, pese a que sí se pudo observar una cierta tendencia para dos tipos de cáncer. Si bien las tasas tanto de sarcoma de Kaposi como de linfoma no de Hodgkin disminuyeron significativamente y de forma similar en ambas clases de fármacos, hubo indicios de que las tasas de cáncer anal podrían ser algo mayores entre aquellos pacientes que recibían inhibidores de la proteasa. De acuerdo con los autores, esta diferencia podría deberse a la disparidad entre hospitales en el cribado y tratamiento de las lesiones anales.
También se evidenció una cierta tendencia hacia un mayor efecto protector frente al desarrollo de cáncer de próstata con el uso de IP que con ITINN. Aunque la diferencia no fue significativa desde el punto de vista estadístico, los investigadores sugieren que, a la luz de los resultados de laboratorio previos sobre la actividad antitumoral de los inhibidores de la proteasa, deberían realizarse análisis adicionales en otras cohortes más grandes y con un seguimiento prospectivo mayor.
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