El debate de los derechos homosexuales, que generó el senador Gerlein, provoca apasionadas visiones.
......Son dos opiniones -dos, para no repetirse- de las cientas casi siempre anónimas que aparecieron en los foros de medios de comunicación bajo la noticia de las recientes declaraciones del senador conservador Roberto Gerlein: "Miro con repulsión el catre compartido por dos varones. Es un sexo sucio, merece repudio. Es un sexo excremental".
El congresista de la Costa Atlántica armó tal reacción que miembros de la comunidad LGBT anunciaron para hoy un 'besatón' en las puertas del Congreso e, incluso, la alta consejera para la Equidad, Cristina Plazas, afirmó que esta es la ocasión perfecta para que la Fiscalía y el poder judicial le demuestren al país que aquí existe una ley contra la discriminación. El castigo podría ser cárcel.....
..........Se calcula que entre el 4 y el 8 por ciento de la población mundial es homosexual, una condición que hasta 1967 figuraba en manuales de psiquiatría como trastorno mental y que hasta hace 22 años la Organización Mundial de la Salud catalogaba como enfermedad. La historia de su estudio científico y de su persecución es larga. "Hace un milenio, la sociedad occidental mantenía una posición más bien indiferente hacia la homosexualidad. Incluso, en cierto modo la apoyaba -escribe el teólogo Daniel Helminiak en su libro Lo que la Biblia realmente dice sobre la homosexualidad-. A mediados del siglo XII, las cosas comenzaron a cambiar. A partir de ahí empezó un milenio de condenación de la homosexualidad".
.........John Boswell, historiador, señala el siglo XX como el más violento contra los gays. En todas sus décadas, la ciencia miró con lupa al homosexual en el afán de definir: ¿se hace o se nace? "Y para los que la critican, la primera opción es todavía peor vista, porque lo entienden como una elección que pudo evitarse", dice Sánchez......
......El tema no va a dejar de generar reacciones. Menos cuando están pendientes leyes al respecto. Este artículo, por ejemplo, con seguridad provocará otra andanada de anónimos sobre el lugar adonde deberían irse las personas homosexuales. Algunos, en cambio, los apoyarán. Podría recordarse lo que dice Romanos, capítulo 14: "Dejemos, por tanto, de juzgarnos unos a otros".
María Paulina Ortiz
Redacción EL TIEMPO
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