Jay Johnson es una de las personas sometidas a una nueva técnica de terapia genética contra el sida. En la imagen aparece el 25 de febrero del 2011 en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia.
Por MARILYNN MARCHIONE / AP
The Associated Press
En un nuevo y audaz estudio que busca hallar una cura al sida, un grupo de científicos aplicó la ingeniería genética a seis pacientes para producir glóbulos sanguíneos resistentes al virus que causa la enfermedad.
Es demasiado pronto para saber si el primer trabajo científico de este tipo llegará a ser una cura, o incluso un nuevo tratamiento. La investigación tuvo únicamente la intención de mostrar que, hasta ahora, la terapia parece factible y segura.
La idea estuvo basada en el sorprendente caso de un paciente con sida que parece haberse curado gracias a la transfusión de células sanguíneas de un donante con una inmunidad natural al VIH hace casi cuatro años en Berlín. Los investigadores buscan una manera más práctica de lograr una inmunidad similar mediante las propias células sanguíneas de los pacientes.
Los resultados, anunciados el lunes en una conferencia en Boston, despertaron un optimismo cauto entre los especialistas.
"Por primera vez, la gente comienza a pensar en una cura" como una posibilidad real, señaló el médico John Zaia, director del grupo gubernamental que supervisa los experimentos con terapias genéticas.
Incluso si el nuevo enfoque no consiguiera erradicar totalmente al VIH, el virus que causa la enfermedad, podría reconstituir los sistemas inmunológicos de los pacientes al grado de que puedan controlarlo sin necesidad de las medicinas contra el sida, "lo que se conoce como una cura funcional", expresó.
Carl Dieffenbach, responsable de los asuntos relacionados con el sida en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, coincidió.
"Tenemos la esperanza de esto sea suficiente para generar un nivel de reconstitución inmunológica similar al que fue observado en el paciente de Alemania", dijo.
Esta es la primera vez en que los investigadores logran borrar permanentemente un gen humano, le modifican la estructura celular y lo inoculan de nuevo a los pacientes. Otros intentos de terapia genética consistieron en incorporar un gen o moderar la actividad del otro, y no han funcionado contra el VIH.
El virus puede dañar el sistema inmunológico durante años antes de que las personas desarrollen síntomas y entonces se les diagnostique el sida -siglas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida-. Por lo regular ingresa a esas células a través de un receptor proteico, o "estación de acoplamiento", llamado CCR5.
Algunas personas (casi el 1% de los blancos, y menos en el caso de las minorías) carecen del gen CCR5 y tienen una resistencia natural al VIH. En el 2007 una persona con esta particularidad le donó células madre sanguíneas a un estadounidense radicado en Berlín que tenía leucemia y VIH.
El transplante de células parece haber curado ambos males, pero encontrar donantes similares para todas las personas con VIH es imposible, y los transplantes conllevan un riesgo médico.
En el estudio, los seis hombres con VIH fueron sometidos a la filtración de su sangre para retirar un pequeño porcentaje de los linfocitos T, responsables de coordinar la respuesta inmune celular. El compuesto resultante de la sangre fue llevado a un laboratorio y casi una cuarta parte de las células fueron modificadas. Las células fueron combinadas con factores de crecimiento para que se multiplicaran y luego fueron reinsertadas a los pacientes.
Tres meses después, cinco hombres tenían tres veces el número de células modificadas que se esperaba.
En los seis pacientes, las células anti-VIH estaban prosperando casi un año después de la transfusión, incluso en tejidos que pueden ocultar al virus cuando no puede ser detectado en la sangre.
Sin embargo, todavía hay varias preguntas sin respuesta, como por ejemplo si el VIH podría encontrar otras formas de ingresar a las células y el costo del tratamiento.
"Quizá yo no viva tanto como para ver una cura, pero siempre esperé una oportunidad", dijo Jay Johnson, que tiene 50 años y recibió el tratamiento en septiembre.
---
En línea:
Información del sida: http://www.aidsinfo.nih.gov
y http://www3.niaid.nih.gov/topics/HIVAIDS/
Es demasiado pronto para saber si el primer trabajo científico de este tipo llegará a ser una cura, o incluso un nuevo tratamiento. La investigación tuvo únicamente la intención de mostrar que, hasta ahora, la terapia parece factible y segura.
La idea estuvo basada en el sorprendente caso de un paciente con sida que parece haberse curado gracias a la transfusión de células sanguíneas de un donante con una inmunidad natural al VIH hace casi cuatro años en Berlín. Los investigadores buscan una manera más práctica de lograr una inmunidad similar mediante las propias células sanguíneas de los pacientes.
Los resultados, anunciados el lunes en una conferencia en Boston, despertaron un optimismo cauto entre los especialistas.
"Por primera vez, la gente comienza a pensar en una cura" como una posibilidad real, señaló el médico John Zaia, director del grupo gubernamental que supervisa los experimentos con terapias genéticas.
Incluso si el nuevo enfoque no consiguiera erradicar totalmente al VIH, el virus que causa la enfermedad, podría reconstituir los sistemas inmunológicos de los pacientes al grado de que puedan controlarlo sin necesidad de las medicinas contra el sida, "lo que se conoce como una cura funcional", expresó.
Carl Dieffenbach, responsable de los asuntos relacionados con el sida en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, coincidió.
"Tenemos la esperanza de esto sea suficiente para generar un nivel de reconstitución inmunológica similar al que fue observado en el paciente de Alemania", dijo.
Esta es la primera vez en que los investigadores logran borrar permanentemente un gen humano, le modifican la estructura celular y lo inoculan de nuevo a los pacientes. Otros intentos de terapia genética consistieron en incorporar un gen o moderar la actividad del otro, y no han funcionado contra el VIH.
El virus puede dañar el sistema inmunológico durante años antes de que las personas desarrollen síntomas y entonces se les diagnostique el sida -siglas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida-. Por lo regular ingresa a esas células a través de un receptor proteico, o "estación de acoplamiento", llamado CCR5.
Algunas personas (casi el 1% de los blancos, y menos en el caso de las minorías) carecen del gen CCR5 y tienen una resistencia natural al VIH. En el 2007 una persona con esta particularidad le donó células madre sanguíneas a un estadounidense radicado en Berlín que tenía leucemia y VIH.
El transplante de células parece haber curado ambos males, pero encontrar donantes similares para todas las personas con VIH es imposible, y los transplantes conllevan un riesgo médico.
En el estudio, los seis hombres con VIH fueron sometidos a la filtración de su sangre para retirar un pequeño porcentaje de los linfocitos T, responsables de coordinar la respuesta inmune celular. El compuesto resultante de la sangre fue llevado a un laboratorio y casi una cuarta parte de las células fueron modificadas. Las células fueron combinadas con factores de crecimiento para que se multiplicaran y luego fueron reinsertadas a los pacientes.
Tres meses después, cinco hombres tenían tres veces el número de células modificadas que se esperaba.
En los seis pacientes, las células anti-VIH estaban prosperando casi un año después de la transfusión, incluso en tejidos que pueden ocultar al virus cuando no puede ser detectado en la sangre.
Sin embargo, todavía hay varias preguntas sin respuesta, como por ejemplo si el VIH podría encontrar otras formas de ingresar a las células y el costo del tratamiento.
"Quizá yo no viva tanto como para ver una cura, pero siempre esperé una oportunidad", dijo Jay Johnson, que tiene 50 años y recibió el tratamiento en septiembre.
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En línea:
Información del sida: http://www.aidsinfo.nih.gov
y http://www3.niaid.nih.gov/topics/HIVAIDS/
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