(.....) En el transcurso de la sesión ‘Factores virales y del huésped asociados con las enfermedades neurológicas’, se han dado a conocer los resultados de diferentes estudios dirigidos a responder cómo interfiere el VIH con la función neurológica desde las fases más tempranas hasta los estadios más avanzados de la infección, con el objetivo de que una mayor comprensión de este fenómeno permita mejorar el diagnóstico precoz de los trastornos neurocognitivos e implementar estrategias neuroprotectoras.
Las complicaciones neurológicas, que pueden variar desde la manifestación más debilitante y grave (complejo de demencia asociado a sida) hasta trastornos menores pero cada vez más frecuentes en personas con VIH (deterioro neurocognitivo), pueden interferir con la actividad diaria de un individuo, en relación con alguna área cognitiva o motora. Esto implica que las personas experimentan limitaciones en su vida cotidiana a causa de un empeoramiento en algunas de sus capacidades intelectuales y, en algunos casos, también motoras.
Es bien sabido que, tras la exposición inicial al VIH, el virus se propaga con gran rapidez por todo el organismo de la persona infectada. Aunque se ha postulado que podrían producirse posibles cambios a nivel cerebral en las primeras etapas de la infección, hasta la fecha esta posibilidad no ha sido caracterizada del todo. Con el fin de evaluar la presencia y extensión del daño cerebral en el plazo aproximado del primer año tras la infección, un grupo de investigadores y de centros hospitalarios estadounidenses creó la Cohorte de Infección por VIH Reciente de Chicago (EE UU). En esta edición de la CROI, los expertos científicos han presentado los resultados preliminares de un análisis intensivo volumétrico de las estructuras cerebrales y de más de 40 estructuras neuroanatómicas específicas por medio de pruebas de imagen de alta resolución, que permiten medir de forma no invasiva los constituyentes químicos del tejido cerebral in vivo.(:.....)
(....)De acuerdo con los investigadores, los resultados de este estudio prospectivo muestran cómo en personas con infección crónica por VIH en tratamiento antirretroviral, que no presentan síntomas de enfermedad neurológica, se observan cambios generalizados y progresivos de los metabolitos del tejido cerebral y una disminución de la función neurocognitiva. Los diferentes patrones de daño cerebral se asocian con factores tanto del huésped como de la infección por VIH. Indican, asimismo, que las reducciones de los niveles del metabolito N-acetil aspartato apreciadas a nivel basal podrían constituir un biomarcador útil para identificar qué pacientes podrían tener un mayor riesgo de desarrollar trastornos neurocognitivos asociados al VIH.
En definitiva, ambos estudios subrayan la importancia del diagnóstico precoz y del seguimiento regular de las enfermedades neurológicas en personas con VIH, aspectos ambos a menudo desatendidos en la práctica clínica.(.....)
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