Al analizar un eventual gobierno de Fujimori, García expresó que no hay que confundir "apellidos con personas", pues algunos piensan que ésta podría repetir acciones cuestionadas como las que hizo su padre cuando estuvo en el poder.
EL UNIVERSAL
lunes 2 de mayo de 2011 10:56 AM
Bogotá.- El presidente del Perú, Alan García, considera que la elección entre los candidatos Ollanta Humala y Keiko Fujimori no pone a su país en la disyuntiva de escoger "entre el sida y el cáncer", como lo dijo el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, según declaraciones conocidas hoy en Bogotá.
"Yo creo que no. Es una licencia poético-literaria de nuestro gran escritor. Cada ser humano tiene factores positivos y negativos. Ambos pueden hacer un buen gobierno si se dejan guiar por la realidad", dijo García en una entrevista que concedió al diario "El Tiempo", reseñó DPA.
Al analizar un eventual gobierno de Fujimori, García expresó que no hay que confundir "apellidos con personas", pues algunos piensan que ésta podría repetir acciones cuestionadas como las que hizo su padre cuando estuvo en el poder.
Asimismo, señaló que Humala tiene un pensamiento "radical de izquierda", aunque dijo que "terminaría por darse cuenta de que los gobiernos más exitosos, con más inversión, con más generación de empleo y más obras, los hacen los gobiernos de izquierda que se recentran y que entienden las normas del mundo".
"Y en ese momento fortifican la confianza para que haya mucha más inversión, no solo minera y petrolera, que es una pequeña parte, sino para que haya mucha más inversión y reinversión en la industria grande y pequeña, y más generación de empleo, que es lo que la gente quiere. Pero eso requiere que esa posición de izquierda tome un carácter pragmático, y con la ayuda de políticas sociales se puede hacer un gran gobierno. El peso de la realidad es mayor que el apetito de las personas o que los sueños de las personas", dijo.
García desmintió especulaciones sobre un supuesto apoyo suyo a Fujimori y dijo que todavía no ha decidido por cuál de los dos candidatos votará en la segunda vuelta.
"No he tomado una decisión y si la tomo no diré nunca por quién voy a votar, si por la señora Fujimori o por el señor Ollanta. Pero a ninguno de los dos podría malquerer u odiar por cuenta de lo que hizo el padre de una o de lo que me insultó otro en una ocasión anterior. La vida es muy grande y, como dice Shakespeare: 'all is well when ends well': "Todo está bien cuando acaba bien". Y las cosas van a acabar bien en el Perú, a pesar del temor del momento", dijo.
Al referirse a las diferencias entre sus dos gobiernos (1985-1990/2006-2011), García dijo que se trata de épocas diferentes que explican por qué su primera administración terminó siendo impopular y en la actual ofrece buenas cifras en el crecimiento del país.
"Al poner al Gobierno en la lógica de la expansión del comercio y de la tecnología que hoy existe, hemos logrado que el país crezca. En otros términos, no supedito la realidad a mi corazón y a los buenos sentimientos, sino que utilizo la realidad para poder cumplir con esos buenos sentimientos que me dicta el corazón. Hemos querido reducir la pobreza, tanto hace 20 años como ahora. Pero la diferencia es que hoy estamos usando la fuerza extraordinaria del capital", expresó.
"Yo diría que para la época de mi primer gobierno, nadie creía en la privatización de las empresas públicas ni en el libre comercio, y lo que se quería era proteger la industria nacional. Eso tenía un sentido en esa época. Pero ante la existencia de trillones de dólares en el mundo buscando hoy dónde invertir, lo tonto sería no comprender que eso ha cambiado y que necesitamos recibir esa inversión en las mejores condiciones para crear empleo", finalizó.
"Yo creo que no. Es una licencia poético-literaria de nuestro gran escritor. Cada ser humano tiene factores positivos y negativos. Ambos pueden hacer un buen gobierno si se dejan guiar por la realidad", dijo García en una entrevista que concedió al diario "El Tiempo", reseñó DPA.
Al analizar un eventual gobierno de Fujimori, García expresó que no hay que confundir "apellidos con personas", pues algunos piensan que ésta podría repetir acciones cuestionadas como las que hizo su padre cuando estuvo en el poder.
Asimismo, señaló que Humala tiene un pensamiento "radical de izquierda", aunque dijo que "terminaría por darse cuenta de que los gobiernos más exitosos, con más inversión, con más generación de empleo y más obras, los hacen los gobiernos de izquierda que se recentran y que entienden las normas del mundo".
"Y en ese momento fortifican la confianza para que haya mucha más inversión, no solo minera y petrolera, que es una pequeña parte, sino para que haya mucha más inversión y reinversión en la industria grande y pequeña, y más generación de empleo, que es lo que la gente quiere. Pero eso requiere que esa posición de izquierda tome un carácter pragmático, y con la ayuda de políticas sociales se puede hacer un gran gobierno. El peso de la realidad es mayor que el apetito de las personas o que los sueños de las personas", dijo.
García desmintió especulaciones sobre un supuesto apoyo suyo a Fujimori y dijo que todavía no ha decidido por cuál de los dos candidatos votará en la segunda vuelta.
"No he tomado una decisión y si la tomo no diré nunca por quién voy a votar, si por la señora Fujimori o por el señor Ollanta. Pero a ninguno de los dos podría malquerer u odiar por cuenta de lo que hizo el padre de una o de lo que me insultó otro en una ocasión anterior. La vida es muy grande y, como dice Shakespeare: 'all is well when ends well': "Todo está bien cuando acaba bien". Y las cosas van a acabar bien en el Perú, a pesar del temor del momento", dijo.
Al referirse a las diferencias entre sus dos gobiernos (1985-1990/2006-2011), García dijo que se trata de épocas diferentes que explican por qué su primera administración terminó siendo impopular y en la actual ofrece buenas cifras en el crecimiento del país.
"Al poner al Gobierno en la lógica de la expansión del comercio y de la tecnología que hoy existe, hemos logrado que el país crezca. En otros términos, no supedito la realidad a mi corazón y a los buenos sentimientos, sino que utilizo la realidad para poder cumplir con esos buenos sentimientos que me dicta el corazón. Hemos querido reducir la pobreza, tanto hace 20 años como ahora. Pero la diferencia es que hoy estamos usando la fuerza extraordinaria del capital", expresó.
"Yo diría que para la época de mi primer gobierno, nadie creía en la privatización de las empresas públicas ni en el libre comercio, y lo que se quería era proteger la industria nacional. Eso tenía un sentido en esa época. Pero ante la existencia de trillones de dólares en el mundo buscando hoy dónde invertir, lo tonto sería no comprender que eso ha cambiado y que necesitamos recibir esa inversión en las mejores condiciones para crear empleo", finalizó.
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