ACTIVIDADES CON MENOS RIESGO
La mayoría de las actividades sexuales acarrean cierto grado de riesgo de transmitir el VIH. Para reducir el riesgo hay que dificultar la entrada de sangre o fluidos sexuales en el cuerpo.
Sea consciente
de su cuerpo y del de su pareja. Las cortaduras, heridas o hemorragias de las encías pueden aumentar el riesgo de transmitir el VIH. Las actividades físicas bruscas también aumentan el riesgo. Incluso las heridas pequeñas brindan al VIH una vía de entrada al cuerpo.
Utilice una barrera
para prevenir el contacto con la sangre u otros fluidos sexuales. Recuerde que la barrera natural de protección del cuerpo es la piel. Sin embargo, en raros casos el VIH puede ingresar al cuerpo a través de membranas mucosas intactas. El riesgo de infección es mayor si las membranas están dañadas.
La barrera artificial más común para los hombres son los condones. Usted también puede usar un condón femenino, para proteger la vagina o el recto durante las relaciones sexuales. La hoja 153 brinda más información sobre los condones.
Los lubricantes
pueden aumentar la estimulación sexual. También reducen las posibilidades de que los condones u otras barreras se rompan. Los lubricantes hechos a base de aceite como la vaselina, algunos aceites o cremas pueden dañar los condones o a otras barreras de látex. Asegúrese de usar lubricantes hechos a base de agua.
El sexo oral
acarrea riesgo de transmisión del VIH, especialmente si los fluidos sexuales entran en la boca y existen encías sangrantes o heridas en la boca. Trozos de látex o envoltorio plástico sobre la vagina, o condones sobre el pene pueden ser usados como barreras durante el sexo oral. Los condones sin lubricantes son mejores para practicar sexo oral ya que la mayoría de los lubricantes tienen mal sabor.
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