viernes, 9 de marzo de 2012

CROI 2012: Elevada incidencia de cáncer no asociado a sida en personas con bajos recuentos de células CD4

Entre las medidas para su prevención, los expertos recomiendan reducir el diagnóstico tardío e implementar programas de cribado para determinadas neoplasias

 Juanse Hernández, desde Seattle (EE UU) - 09/03/2012

La última jornada de la XIX Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) ha estado dedicada a las complicaciones relacionadas con el VIH, como por ejemplo las dolencias que se producen por efecto de la hiperactivación del sistema inmunitario y la inflamación crónica; los cánceres no asociados a sida; y los problemas relacionados con el envejecimiento, que tienen una prevalencia cada vez mayor entre las personas con VIH.

Por lo que respecta al desarrollo de neoplasias, en los últimos años se ha podido constatar un cambio en el patrón de aparición de casos de cáncer en personas seropositivas: mientras la incidencia de cánceres asociados a sida -como el linfoma no de Hodgkin o el sarcoma de Kaposi- ha ido disminuyendo gracias a la eficacia del tratamiento antirretroviral, la de otros tipos de cáncer no lo ha hecho.

En realidad, el cáncer es una enfermedad cuya incidencia aumenta conforme las personas envejecen, por lo que puede considerarse una patología relacionada, en cierto modo, con el envejecimiento. El aumento de la esperanza de vida de las personas con VIH ha conllevado, como era de esperar, un incremento en la aparición de casos de cáncer. Sin embargo, lo sorprendente ha sido que la incidencia de cánceres no asociados a sida es muy superior a la observada en la población general.

Algunos estudios han relacionado el aumento del riesgo de algunos cánceres específicos no asociados a sida con estadios de inmunodepresión (recuentos bajos de células T CD4). Con todo, hasta la fecha, todavía no han sido bien dilucidadas las asociaciones independientes entre la duración o la magnitud de la inmunodepresión, el nivel de la carga viral del VIH y el desarrollo de cáncer no relacionado con sida.

Con el fin de caracterizar las asociaciones entre tasas de incidencia de cánceres no relacionados con sida y mediciones de inmunodepresión y viremia, un grupo de investigadores del estudio D:A:D (siglas en inglés de Recopilación de datos sobre efectos adversos de los fármacos anti-VIH) decidió realizar un análisis a partir de los datos procedentes de las 11 cohortes de Europa, Australia y EE UU incluidas en este ensayo observacional y prospectivo.

Los investigadores recopilaron todos los nuevos casos de cáncer no asociado a sida diagnosticados entre 2004 y 2009. En una población de 176.775 persona-años de seguimiento, se produjeron 880 diagnósticos de cánceres no relacionados con sida (tasa de incidencia: 4,98/1.000 persona-años; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 4,65 - 5,31). En la imagen pueden apreciarse la incidencia de los distintos tipos de cáncer registrados.



Los tres cánceres no definidores de sida más frecuentes fueron el de pulmón (0,79/1.000 persona-años), el linfoma de Hodgkin (0,63/1.000 persona-años) y el cáncer anal (0,45/1.000 persona-años).

La mayoría de los 880 casos de cáncer se dieron en varones (n= 708). La mediana de edad en el momento del diagnóstico fue de 50 años y la gran mayoría de las personas diagnosticadas (n= 813) estaban tomando tratamiento antirretroviral. Cuando se produjo el diagnóstico, la mediana del recuento de CD4 fue de 392 células/mm3 y la de la carga viral, de 1,7log copias/mL. El recuento mediano nadir fue de 127 célula/mm3. El 5,5% de los casos correspondían a personas con historial de, como mínimo, otro cáncer no asociado a sida y un 10,3%, a pacientes que habían desarrollado en el pasado algún cáncer relacionado con dicho síndrome.

Cuando los investigadores evaluaron asociaciones independientes entre diversos parámetros y el desarrollo de cánceres no asociados a sida hallaron que cada aumento en los niveles de CD4 de 50 células/mm3 suponía una reducción del riesgo relativo del 3% (p= 0,0001); que un recuento nadir inferior a 100 células/mm3 incrementaba el riesgo relativo un 22% (p= 0,02); y que cada año transcurrido en fase de inmunodepresión (definida como un recuento de CD4 inferior a 200 células/mm3) aumentaba el riesgo relativo un 4% (p= 0,0001).

No se observaron relaciones significativas entre el riesgo relativo e indicadores de viremia tales como la última medición de la carga viral antes del diagnóstico o el área bajo la curva delimitada por las variaciones en la viremia.

Al estratificar los resultados, en el caso del cáncer de pulmón, cada incremento de 50 células/mm3 en el recuento de CD4 previo al diagnóstico redujo el riesgo relativo en un 7%, y haber experimentado un recuento nadir inferior a 100 células/mm3 aumentó dicho riesgo en un 43%.

En el caso del linfoma de Hodgkin, cada aumento de 50 células/mm3 en el recuento de CD4 previo al diagnóstico redujo el riesgo relativo en un 15%, y por cada unidad de incremento (de 1 a 5) en el área bajo la curva delimitada por las variaciones en la carga viral aumentó dicho riesgo en un 35%.

Por lo que respecta al cáncer anal, cada incremento de 50 células/mm3 en el recuento de CD4 previo al diagnóstico disminuyó el riesgo relativo en un 7%, y cada año con un recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm3 aumentó dicho riesgo en un 7%.

En sus conclusiones, los responsables de la investigación señalan que el riesgo de desarrollar cáncer no asociado a sida (cualquier tipo o los tres más comúnmente observados) aumenta en personas con recuentos bajos de células CD4. A pesar de que se apreció una disminución del riesgo en aquellos pacientes que experimentaron elevaciones en los niveles de CD4 (por ejemplo, tras el inicio del tratamiento antirretroviral), lo cierto es que un bajo recuento nadir de estos linfocitos continuó asociándose con un aumento persistente del riesgo de desarrollar cáncer no relacionado con sida.

Aunque los valores de carga viral se asociaron a incrementos en el riesgo relativo de padecer linfoma de Hodgkin, esta asociación no se observó en el caso del cáncer anal o el de pulmón. Los autores del estudio destacaron la importancia de realizar un buen seguimiento, con medidas preventivas y pruebas diagnósticas, de los cánceres no asociados a sida tanto en personas con VIH con bajos recuentos de CD4 como en aquellas que no presentan un estado de inmunodepresión.

En el caso concreto del cáncer anal, que puede ser detectado a través de protocolos de cribado del virus del papiloma humano (VPH), los resultados de este ensayo recomiendan examinar a todas aquellas personas con bajos recuentos de CD4 y con un riesgo elevado de contraer dicho cáncer. De hecho, tal y como afirman los investigadores, “un cáncer no asociado a sida en personas con bajos recuentos de células CD4 es un diagnóstico diferencial importante”. 

Dado que la detección y el tratamiento precoz podrían mejorar las tasas de supervivencia de cáncer, resulta crucial implementar protocolos de cribado y programas de prevención dirigidos, sobre todo, a aquellos pacientes con VIH inmunodeprimidos, o con signos y síntomas evidentes, o con coinfecciones relevantes que pueden provocar tumores (como los virus hepáticos o el VPH), y factores de riesgo conductuales (como el tabaquismo), con independencia de la edad.

Esta es, de hecho, la conclusión a la que ha llegado un estudio de Kaiser Permanente del norte de California (EE UU), cuyos resultados han sido también presentados durante esta edición de la CROI. Los investigadores quisieron comparar la edad y el estadio del tumor en el momento de recibir el diagnóstico de cáncer no asociado a sida, y la supervivencia a cinco años entre un grupo de 22.081 personas con VIH y un grupo de 230.069 personas seronegativas emparejadas por edad, sexo y datos clínicos. Los tipos de cáncer analizados fueron: el linfoma de Hodgkin, el cáncer de próstata, de ano, de pulmón y el cáncer colorrectal.

En cuanto a la edad en el momento del diagnóstico, los resultados muestran que las personas con VIH lo recibieron significativamente antes que las personas seronegativas en los casos de cáncer anal (51 frente a 56 años, de forma respectiva; p= 0,02), cáncer de pulmón (56 frente a 61 años; p <0,001), y cáncer colorrectal (53 frente a 58 años; p= 0,016). Sin embargo, para los casos de cáncer de próstata y de linfoma de Hodgkin, los pacientes con y sin VIH recibieron su diagnóstico más o menos a la misma edad.

Respecto al estadio del tumor en el momento del diagnóstico, los hallazgos revelan que el estadio fue similar en ambos grupos de pacientes para los cinco tipos de cáncer analizados (p >0,05). No obstante, se observó una tendencia a un diagnóstico más frecuente en estadio 4 en los pacientes con VIH en comparación con los seronegativos en los casos de cáncer de pulmón (64% frente a 51%; p= 0,059) y de linfoma de Hodgkin (53% frente a 33%; p= 0,068).

Por último, el análisis también mostró una supervivencia a cinco años más reducida en los pacientes con VIH que en los seronegativos en los casos de linfoma de Hodgkin (64,9% frente a 87,3%, respectivamente; p= 0,030), de cáncer de próstata (84,3% frente a 90,6%; p= 0,038) y de cáncer de pulmón (7,9% frente a 21,9%; p <0,001).

En sus conclusiones, los investigadores de Kaiser Permanente señalan que sus hallazgos subrayan la importancia de continuar insistiendo en la prevención del cáncer en personas con VIH y en la evaluación de estrategias de cribado apropiadas en el contexto de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana.

Esta es la última noticia que os ofrecemos desde Seattle relativa a la CROI. A partir del próximo lunes, La Noticia del Día continuará informando sobre otros temas de interés que han sido presentados durante esta conferencia.

Fuente: Elaboración propia.
 Referencias: Worm S-W, Bower M, Reiss P on behalf of the D:A:D Study Group. NADM and Immunosuppression: The D:A:D Study Signe Worm on behalf of the D:A:D Study Group. 19th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Abstract 130.

Silverberg M, Chao C, Leyden W, et al. Cancer Stage, Age at Diagnosis, and Survival Comparing HIV+ and HIV- Individuals with Common Non-Aids-defining Cancers.19th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Abstract 903.

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