Un seguimiento periódico de los niveles de hematíes ayudaría a reducir dicho riesgo
Francesc Martínez - 11/11/2011
Según un estudio estadounidense publicado en la edición digital de AIDS, los hombres con VIH que se administran suplementos de testosterona deberían realizar análisis de sangre de forma periódica, ya que dichos suplementos podrían generar una sobreproducción de glóbulos rojos –un trastorno conocido como policitemia- e incrementar el riesgo de padecer trombosis.
Muchos hombres con VIH reciben suplementos de testosterona para tratar el hipogonadismo, un desorden endocrino que se da con bastante frecuencia en esta población de pacientes. Esta afección, que también se conoce con el nombre de déficit de testosterona, se caracteriza por la incapacidad de los testículos para producir testosterona y/o esperma, y se define generalmente como un nivel bajo de testosterona medido por la mañana temprano. Puede provocar disfunción sexual, caída del vello corporal y de la barba, ginecomastia (crecimiento de las mamas en los varones) y pérdida de masa muscular y ósea.
La relación entre los suplementos de testosterona y el riesgo de policitemia no es nueva. En estudios previos, ya se había observado que los hombres que recibían inyecciones de testosterona tenían más probabilidades de desarrollar esta afección que aquellos que usan geles absorbibles a través de la piel. Sin embargo, la asociación entre la toma de suplementos de testosterona y el riesgo de policitemia no había sido convenientemente evaluada en hombres con VIH.
A partir de los registros médicos de más de 6.000 hombres y mujeres con VIH atendidos en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, los investigadores detectaron 25 casos de policitemia. Veintiuno de ellos eran hombres y pasaron a incluirse en el análisis final. Dado que el diseño del estudio finalmente seleccionado fue de tipo caso-control, se optó por asociar a cada caso 2 controles sin policitemia.
La definición de policitemia utilizada por el estudio fue tener niveles de hemoglobina superiores a 18,5 g/dL en hombres y a 16,5 g/dL en mujeres durante un mínimo de ocho semanas.
El 67% de los hombres que desarrollaron policitemia habían tomado suplementos de testosterona dentro de los dos meses previos al diagnóstico, mientras que solo el 21% de los controles había tomado dichos suplementos. Al realizar el análisis estadístico, se observó que el uso de suplementos de testosterona dentro de los dos meses previos a una elevación de los niveles de hemoglobina incrementó la probabilidad de padecer policitemia más de seis veces (cociente de probabilidades ajustado [CPA]: 6,55; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,83-23,4; p= 0,004). La vía más común de administración de los suplementos fue la inyección intramuscular.
El consumo de tabaco fue más común entre las personas con policitemia que entre los controles -48% y 38%, respectivamente- aunque no se estableció una relación independiente entre ambas circunstancias.
Afortunadamente, no tuvieron lugar casos de trombosis u otros problemas cardiovasculares en los participantes en el estudio, aunque los investigadores destacaron que este hecho podría estar relacionado con el pequeño tamaño de la muestra y que no hay que desdeñar el riesgo cardiovascular que deriva de la policitemia, especialmente teniendo en cuenta que las personas con VIH presentan una probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares superior a la observada en la población general.
Los autores del estudio concluyeron que los hombres con VIH que toman suplementos de testosterona deberían realizar un seguimiento rutinario de los niveles de hematíes, de manera que los niveles de dichas células sanguíneas permitan ajustar la dosis de testosterona o, si fuera necesario, interrumpir su administración.
Fuente: Aidsmeds / Elaboración propia.
Referencia: Vorkas CK, Vaamonde CM, Glesby MJ. Testosterone replacement therapy and polycythemia in HIV-infected patients. AIDS. 2011 Oct 15. [Epub ahead of print].
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