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martes, 9 de agosto de 2011
Algunos biomarcadores podrían predecir la progresión clínica de personas coinfectadas tras el inicio de TARGA
Su correcta interpretación podría favorecer un tratamiento individualizado
Francesc Martínez - 08/08/2011
Un equipo de investigadores del ensayo FIRST, un estudio dirigido a analizar las consecuencias del inicio de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), ha concluido que unos niveles elevados de biomarcadores de inflamación, fibrosis y coagulación antes del inicio del tratamiento antirretroviral, en pacientes coinfectados por VIH y hepatitis virales, incrementan el riesgo de muerte después del comienzo de dicha terapia.
Los resultados del presente análisis, presentados en la VI Conferencia sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH de la Sociedad Internacional del Sida (IAS, en sus siglas en inglés), celebrada el mes pasado en Roma (Italia), ponen de manifiesto la necesidad de un seguimiento más estrecho de las personas coinfectadas con altos niveles de estos biomarcadores para prevenir posibles complicaciones.
A pesar de que la coinfección por VIH y el virus de la hepatitis B o C (VHB y VHC, respectivamente) es un fenómeno relativamente frecuente, poco se conoce de los factores de predicción de reactivación de la enfermedad hepática y/o de la mortalidad tras el inicio de la TARGA. Dado que, en anteriores estudios, determinados biomarcadores mostraron cierta capacidad predictiva, los autores del análisis evaluaron, en muestras anteriores al inicio del tratamiento, tres tipos diferentes: marcadores de inflamación (proteína C reactiva, citoquinas y quimiocinas pro y antiinflamatorias), un marcador de coagulación (dímero D) y un marcador de fibrosis (ácido hialurónico).
El objetivo principal fue detectar si estos biomarcadores podían predecir una reactivación de la enfermedad hepática en el período comprendido dentro de los cuatro meses posteriores al inicio de la TARGA o la muerte entre un mes y cuatro años después de iniciar el tratamiento. Los investigadores definieron reactivación de la enfermedad hepática como incrementos de la concentración sanguínea de la enzima hepática alanina aminotransferasa (ALT) hasta alcanzar niveles superiores a 100 UI/mL en el primer o cuarto mes y que dichos incrementos supusieran unos niveles de ALT superiores en más de 50 UI/mL a los observados al inicio de tratamiento.
El subestudio incluyó a 333 participantes del estudio FIRST con una mediana de la edad de 41 años. El 58,3% eran de etnia negra, el 48,9% usuarios de drogas inyectables, el 43,2% habían tenido –como mínimo- un episodio de sida y el 17,4% de los participantes eran mujeres.
Antes de iniciar el tratamiento la mediana de los niveles de CD4 era de 150 copias/mm3, la de la carga viral de unas 125.000 copias/mL, la de los niveles de ALT de 46 UI/mL y la de los de triglicéridos de 127 mg/dL.
Un total de 70 participantes tenían coinfección por VIH y VHB, 253 coinfección por VIH y VHC y 10 personas tenían VIH, VHB y VHC. Cincuenta y tres personas (15,9%) experimentaron reactivación de la enfermedad hepática (22 en el primer mes, 38 al cuarto y 7 en ambos momentos).
La reactivación afectó al 12,3% de las personas coinfectadas por VIH y VHC, al 24,3% de aquellas con VIH y VHB y al 50% de aquellas con los tres virus.
Un primer análisis multivariable general halló que niveles de ácido hialurónico pretratamiento superiores a 49 ng/mL (cociente de probabilidades ajustado [CPA]: 2,01; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,00-4,00; p= 0,05) y niveles elevados de interleuquina-13 (IL-13) (CRA: 1.66; IC95%: 1,08-2,56; p= 0,02) o de interleuquina-10 (IL-10) (CRA: 1,71; IC95%: 1,25-2,33; p <0,001) constituían biomarcadores independientes de reactivación de la enfermedad hepática.
En un segundo análisis multivariable se hallaron cuatro biomarcadores cuyos niveles pretratamiento elevados incrementaban el riesgo de muerte: interleuquina-8 (IL-8) (CRA: 1,69; IC95%: 1,12-2,55; p= 0,01), interleuquina-6 (CRA: 2,15; IC95%: 1,43-3,24; p <0,001), factor de necrosis tumoral-α (TNF-α) (CRA: 1,45; IC95%:1,05-1,99; p= 0,02) y dímero D (CRA: 1,57; IC95%: 1,03-2,39; p= 0,04).
En personas con coinfección por VIH y VHB se hallaron un total de 6 biomarcadores que predijeron mayor riesgo de muerte: IL-6, IL-8, dímero D y las quimiocinas IP-10, ITAC y MIG. En el caso de coinfectados por VIH y VHC, los biomarcadores cuyos niveles elevados incrementaban el riesgo de muerte fueron IL-6, IL-8, ácido hialurónico y TNF-α.
Los resultados del presente estudio deberían servir para el correcto seguimiento de las personas coinfectadas, ya que permitiría detectar factores de riesgo de forma precoz y establecer medidas preventivas individualizadas para evitar reactivación de la enfermedad hepática e incluso reducir el riesgo de muerte.
Fuente: NATAP.
Referencia: Andrade B, Huppler Hullsieak K, Boulware D, et al. Biomarkers of inflammation, coagulation and liver fibrosis are associated with hepatic flares and death in HIV hepatitis co-infected persons. 6th IAS Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. July 17-20, 2011. Rome. Abstract WELBX01.
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